En esta ocasión voy a dedicar mi colaboración a una sesión de entrenamiento en la que el objetivo principal es la amplitud y la profundidad. No se trata de una sesión para una edad determinada, soy de los que defienden que más que edad lo que se debe tener en cuenta es la capacidad. Si los jugadores saben controlar y pasar perfectamente pueden realizar todos los ejercicios propuestos, la diferencia estará en las distancias, la duración y por tanto la intensidad.
La Amplitud (a lo ancho) y la Profundidad (a lo largo) son dos conceptos ofensivos estrechamente interrelacionado con la Ocupación Racional del Terreno de Juego y la búsqueda de espacios . Cuando un equipo no tiene el balón tiende a juntar líneas (a lo largo) y jugadores (a lo ancho) buscando la ocupación racional del terreno de juego, mediante un bloque compacto. El equipo que tiene el balón busca todo lo contrario, separarse a lo ancho (amplitud) pudiendo ir el bloque de banda a banda, y separar las líneas a lo largo (profundiad), la finalidad mover el bloque defensivo rival para crear espacios que nos faciliten en la labor de ataque, que consiste en: Mantener el balón, avanzar hacia el área rival y finalizar. Cuanto más juntos estemos cuando tengamos el balón, más fácil será para el rival presionar y por tanto recuperarlo.
La amplitud y profundidad se debe empezar a trabajar cuanto antes, para que el jugador entienda el juego desde un punto de vista espacial (en las primeras etapas se tienden a agolpar sobre el balón y el poseedor del balón).
La sesión de entrenamiento propuesta está basada en la metodología global, trabajando otros objetivos de manera secundaria pero teniendo como objetivo principal la amplitud y profundidad.